Mongabay Latam investigó los impactos causados por una vía ilegal de 47,5 km que atraviesa el resguardo Nukak de norte a sur. Su ubicación estratégica conecta los ríos Inírida y Guaviare, claves para el transporte de cocaína y el desplazamiento de grupos armados por el territorio.

El análisis satelital realizado por Mongabay Latam reveló que el resguardo Nukak ha perdido 36 510 hectáreas de bosque entre 1990 y el primer trimestre de 2025, un área equivalente a la ciudad de Medellín. Según expertos, las vías no solo promueven el traslado de cultivos ilícitos, sino también el acaparamiento de tierras, la ganadería y la deforestación.

Entre 2021 y 2023, los cultivos ilícitos de coca en el resguardo Nukak sumaron 63 hectáreas a cinco kilómetros de la vía; 309 hectáreas a 10 kilómetros y 692 hectáreas a 15 kilómetros. Una extensión equivalente a más de 5500 piscinas olímpicas.

• Cultivos de coca
• Deforestación

La devastación generada en la vía ha puesto en grave riesgo a pueblos indígenas como los jiw y los nukak, que han tenido que enfrentarse a desplazamientos forzados, reclutamiento de menores, violencia sexual, asesinatos y a la imposibilidad de regresar o moverse por sus territorios ancestrales.

“Antes nosotros éramos libres. Ahora [los grupos armados] no nos quieren ver en el territorio. Ellos quieren adueñarse del territorio. Si uno baja toca con permiso, sacar un carné para poder entrar al territorio”.

Helena*

Indígena nukak que fue desplazada y llegó a San José del Guaviare